El circuito de playas de la Costa Verde debería ser el principal espacio público de recreación de la ciudad, coinciden los especialistas. Sin embargo, se encuentra desarticulado y se gestiona sin una visión integral. Por ello, Lima, pese a que es la única capital de Sudamérica con franja costera, sigue viviendo de espaldas al mar.
Hace un mes, la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) comenzó a ejecutar las obras del nuevo malecón en San Isidro, Miraflores y Barranco. Este proyecto, con una inversión de S/28 millones, tendrá una extensión de seis kilómetros e incluirá veredas, paseos peatonales y ciclovías. La Empresa Municipal Administradora de Peaje (Emape), entidad de la MML encargada de construir la infraestructura vial, informó que este circuito se terminará en octubre próximo y se conectará con los malecones que ya existen en Magdalena y Chorrillos.
Sin embargo, mientras este proyecto avanza, El Comercio constató en un recorrido que la infraestructura que se construyó en el circuito de playas durante la anterior gestión está deteriorada y abandonada. En el sector de San Miguel, las áreas verdes están secas, los árboles caídos, los tachos de basura oxidados y los servicios higiénicos no están habilitados. En Magdalena del Mar, hay bancas rotas y las máquinas de ejercicios están dañadas y llenas de óxido.
Las comunas parecen no ponerse de acuerdo respecto a quién debe rehabilitar estos espacios. Emape indicó en un comunicado a este Diario que el mantenimiento de esas obras “corresponde a las administraciones distritales”. En cambio, San Miguel y Magdalena señalaron que hasta ahora las obras no les fueron entregadas para que las administren. Por ello, solo pueden enfocarse en mantener el ornato y limpieza, mas no en el cuidado de las estructuras.
