
Hace solo unos días, el Senace aprobó la modificación del estudio de impacto ambiental del aeropuerto internacional Jorge Chávez , lo que permitiría que finalmente se inicien las obras de ampliación pendientes.
Sin embargo, aunque parezca que está todo listo para iniciar los trabajos, todavía existe un tema pendiente: las 6 hectáreas en litigio que forman parte de la avenida Néstor Gambetta.
Por esta zona, el Estado y la familia Valle Skinner (que fuera propietaria del Fundo Bocanegra) aún no han llegado a ningún acuerdo; aun cuando, según una sentencia en primera instancia del noveno juzgado constitucional de la Corte Superior de Lima, la familia sería la dueña de este terreno.
Al respecto, el abogado de la familia, Enrique Ghersi, señaló que le corresponde decidir a la Sala Constitucional de la Corte Superior de Justicia si los terrenos deben ser adquiridos por el Estado a través de una expropiación. En caso falle a favor de los Valle Skinner, explicó, el caso se termina; pero si falla en contra, se eleva al Tribunal Constitucional.
Al ser consultado sobre los plazos que se manejan, explicó que -en promedio- la Corte Superior se demora entre 4 a 6 meses para resolver este tipo de procesos, pero “los tiempos son muy relativos porque dependen de la carga procesal”.