El empleo formal se contrajo para los más jóvenes y los trabajadores entre 25 y 44 años, mientras que el empleo informal creció en todos los grupos de edades, informó el INEI.
Si bien se espera que la economía crezca 4% este año y la inversión privada tenga un mejor desempeño –principalmente por el sector minero–, todavía la creación de nuevos puestos de trabajo formales parece una tarea titánica.
El empleo en las zonas urbanas del país creció 2.6% en el año móvil octubre 2017- setiembre 2018 (12.9 millones); sin embargo, esta cifra se sostiene por la informalidad. De este grupo de trabajadores, 4.3 millones tenían empleo formal, lo que representó una caída de 0.7% (28,800 personas menos), según un informe del INEI.
Entre abril 2015-marzo 2016, el empleo formal se incrementó en 2.1%, pero entre julio 2016-junio 2017 retrocedió 0.9%; desde ese momento se ha mantenido en rojo.
En tanto, el trabajo informal no deja de crecer, aunque esta vez lo hizo a una menor tasa. En el año móvil octubre 2017 y setiembre 2018, la población ocupada, sin beneficios sociales o que trabajan en unidades de producción no registradas y muchas veces con salarios debajo del mínimo legal, alcanzaron los 8.5 millones de individuos, lo que significó un incremento de 4.4% (360,800 más).
Cabe indicar que en los tres años móviles previos considerados por el INEI, los trabajos informales crecían a tasas por encima del 5%. Por edades, el empleo formal se contrajo para los más jóvenes (-3%) y los trabajadores entre 25 y 44 años (-2.3%), mientras que creció para aquellos de 45 años a más (2.4%).
En cambio, el empleo informal creció para todos los grupos de edades, especialmente los mayores de 45 años (5.1%). Si se analiza por ramas productivas, el empleo formal se redujo en todas las actividades económicas, excepto en comercio (2%); mientras que los puestos de trabajo informales crecieron o se mantuvieron en todos los sectores.
