Managers y gestores de patrimonio abordaron ayer los retos y oportunidades de family office y administración de riqueza en el país.
Así, uno de los rasgos más saltantes de este mercado es que las nuevas generaciones de las familias de elevado patrimonio se inclinan por invertir en activos reales como bienes raíces e instrumentos no necesariamente líquidos. Estos sucesores de los patriarcas familiares cada vez participan más en las decisiones sobre el patrimonio del clan.
Además, los millennials evalúan inversiones que sean amigables con el medio ambiente o sostenibles, dato del que ya han tomado nota los gestores de patrimonio congregados en el Seminario “Family Office & Wealth Management Summit 2019”, organizado por El Dorado Investments y Gestión.
Asimismo, se discutieron otros importante desafíos que deberán enfrentar en los próximos años el negocio de family office en el país, como la necesidad de una mayor segmentación en sus servicios para atender la demanda de diferentes tipos de clientes, así como garantizar que su crecimiento sea sostenido y responsable.
La eficiencia tributaria de las inversiones es hoy una de las principales preocupaciones de las familias de alto patrimonio y corresponde a la banca privada y firmas de family office asesorarlos de manera adecuada y oportuna.
La inversión en activos financieros de los peruanos aún tiene un sesgo al mercado local y necesita una diversificación de su riesgo. El inversionista peruano es conservador, pero no tan distinto al de otras regiones del mundo.
