La autora señala que el sueño de la casa propia puede convertirse en una pesadilla si el consumidor y/o la inmobiliaria no actúan diligentemente antes, durante y después de la compra. Así, sostiene que al consumidor le corresponde informarse adecuadamente y al proveedor, ofrecer solo aquello que pueda cumplir.
La compra de un inmueble (casa o departamento) es una de las decisiones más relevantes que tomamos en nuestras vidas y suele venir acompañada de gran cantidad de ilusiones. Precisamente por ello, los consumidores nos sentimos decepcionados cuando la inmobiliaria en la que confiamos no cumple lo que prometió, lo hace con demoras o de forma distinta a la ofrecida.
En la práctica, la defraudación de las expectativas de los consumidores ha generado que el sector inmobiliario sea uno de los más denunciados por el INDECOPI, entidad que puede imponer multas de hasta 450 UIT (S/ 1777.500) por infracción a los derechos de los consumidores. Las desavenencias suelen surgir por los siguientes motivos:
