
La evasión del pago del Impuesto General a las Ventas (IGV) representó el 32% de lo que se dejó de recaudar el año pasado, es decir, S/ 22,634 millones, según la Sunat.
De este monto, S/ 4,308 millones se explicó por operaciones no reales, que son operaciones que, a pesar de sustentarse en un comprobante de pago (formal), no se han concretado o verificado en la realidad.
“Las operaciones no reales básicamente son las facturas falsas. Estas pueden ser de dos tipos: cuando la factura en sí misma es falsa, es decir, puede estar clonada; y cuando la factura es real, pero la empresa que la emitió fue constituida sin ningún fin económico, sino solo para trasladar un crédito fiscal, un gasto, un costo de la empresa adquiriente de supuestos bienes (y servicios)”, declaró a Gestión Palmer de la Cruz, intendente nacional de Estrategias de Riesgos de Sunat.
Bajo este contexto, declaró que las acciones de fiscalización de la Sunat se concentrarán este año en dos sectores: servicios y construcción (este último incluirá a algunas empresas vinculadas al comercio de materiales). ¿Por qué estos sectores? De los S/ 4,308 millones por operaciones no reales, el 88% se explicó por operaciones en los sectores de servicios, comercio, manufactura y construcción (ver gráfico).
“Es importante señalar que esta distribución está en función a la actividad económica que este operador no real ha declarado, y a veces la actividad realizada es inexistente”, dijo.