
En los últimos años el mercado de servicios tecnológicos peruano ha tenido un pronunciado crecimiento. La demanda local de soluciones digitales, parametrizaciones, integración, servicios en la nube y Big Data ha permitido la aparición y desarrollo de diversas iniciativas empresariales. Sin embargo, el crecimiento empresarial requiere estar acompañado de una buena gestión tributaria.
“Las empresas de tecnología se caracterizan por hacer grandes inversiones en herramientas informáticas y conectividad; cuentan con un staff de profesionales técnicos altamente capacitado; con clientes cautivos (los que requieren la ejecución de proyectos periódicamente); y, suelen contratar servicios técnicos y licencias del exterior”, comenta Renzo Medina, socio de MC Asesores de Negocios, empresa especializada en consultoría tributaria.
En ese sentido, el especialista brinda cuatro puntos tributarios que toda empresa de tecnología debe considerar a fin de conseguir eficiencia en su gestión:
- Gasto y crédito fiscal: Es preciso verificar que las compras que se efectúen estén sustentadas en facturas, contratos, informes de proveedores, así como en el cumplimiento de las reglas de bancarización, para que sea posible tomar gastos deducibles en el cálculo el Impuesto a la Renta y crédito fiscal del IGV.
- Facturación: Normalmente, las empresas de tecnología se involucran en proyectos en los que se emiten facturas pagaderas a 30, 45 o 60 días. Esto puede generar un impacto financiero negativo en la empresa, dada la obligación de tributar el IGV en el mes de facturación. Para evitar este efecto, se recomienda recurrir a regímenes de aplazamiento de la tributación (como el “IGV Justo”) o programar las compras de la empresa de manera apropiada, para hacer uso oportuno del crédito fiscal.
- Obligaciones: Dadas las últimas tendencias de fiscalización de Sunat, es usual que se realicen cruces de información entre la información financiera de las empresas y la planilla electrónica de sus trabajadores. Esta situación exige otorgar el tratamiento apropiado a cada concepto, calificándolo como remunerativo o no. Caso contrario, podrían generarse multas e intereses, y potenciales problemas con el personal.
- Intangibles: Las necesidades tecnológicas han generado que las empresas dedicadas a este rubro contraten servicios especializados del exterior, adquieran licencias y busquen adiestramiento técnico internacional, generando la obligación de asumir cargas tributarias adicionales (como retenciones del Impuesto a la Renta y pago del IGV de No Domiciliado), cuyo cumplimiento es necesario para evitar contingencias tributarias.
“Es importante recordar que un adecuado cumplimiento tributario puede determinar la continuidad del negocio. No podemos perder de vista que la correcta gestión y oportuna programación de obligaciones tributarias puede generar escenarios de eficiencia operativa. Tal cual funcionan los productos digitales, la tributación puede resultar una carga o convertirse en una oportunidad de optimización de las finanzas de la empresa”, finalizó Medina.
Fuente: Diario La Republica